
SEGURIDAD INTRÍNSECA (INGLÉS: INTRINSIC SAFETY)
La seguridad intrínseca es una técnica especial que garantiza que los dispositivos eléctricos sigan siendo seguros incluso en entornos peligrosos, como zonas con riesgo de explosión.
Incluso si un dispositivo se avería, por ejemplo, debido a un cortocircuito, una caída o una descarga estática, no debe generar chispas ni provocar una ignición.
Esto se consigue mediante diseños especiales y medidas de protección, como fuentes de alimentación débiles o puntos de rotura específicos. Estos dispositivos intrínsecamente seguros se utilizan a menudo en la tecnología de medición y control, por ejemplo, en la industria química o petrolera.
También se tiene en cuenta que la energía eléctrica puede almacenarse en componentes como condensadores o bobinas.